Una de las decisiones más importantes que tenemos que tomar en nuestra vida es si comprar o alquilar una vivienda. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y dependen de muchos factores como nuestra situación económica, personal, laboral y familiar. En este post vamos a analizar los pros y contras de cada una, y te daremos algunos consejos para que puedas elegir la mejor opción para ti.
Tabla de contenidos
Ventajas de comprar una vivienda
- Es una inversión a largo plazo. Al comprar una vivienda, estamos adquiriendo un patrimonio que puede aumentar de valor con el tiempo, y que podemos vender o alquilar en el futuro si lo necesitamos. Además, al pagar la hipoteca, estamos reduciendo nuestra deuda y aumentando nuestro capital.
- Nos da seguridad y estabilidad. Al ser propietarios de nuestra vivienda, tenemos la tranquilidad de que nadie nos puede echar o subir el alquiler, y que podemos adaptarla a nuestro gusto y necesidades sin pedir permiso a nadie. También nos permite acceder a ayudas y beneficios fiscales, como la deducción por vivienda habitual.
- Nos permite ahorrar. Aunque comprar una vivienda requiere un esfuerzo económico inicial, a la larga puede resultar más barato que alquilar, ya que los intereses de la hipoteca suelen ser inferiores al precio del alquiler. Además, al terminar de pagar la hipoteca, dejamos de tener ese gasto mensual y podemos destinar ese dinero a otros fines.
Desventajas de comprar una vivienda
- Requiere un gran desembolso inicial. Para comprar una vivienda, normalmente tenemos que disponer de un ahorro previo que nos permita pagar el 20% del precio de la vivienda, más los gastos de escritura, notaría, registro, impuestos, etc. Esto puede suponer un obstáculo para muchas personas que no cuentan con ese capital.
- Nos genera una deuda a largo plazo. Al contratar una hipoteca, estamos asumiendo una responsabilidad financiera que nos compromete a pagar una cuota mensual durante muchos años, lo que puede limitar nuestra capacidad de ahorro e inversión, y nuestra flexibilidad para adaptarnos a posibles cambios de situación, como una pérdida de empleo, una enfermedad o una separación.
- Nos implica unos gastos adicionales. Al ser propietarios de una vivienda, tenemos que hacer frente a una serie de gastos que no tendríamos si alquiláramos, como el IBI, la comunidad, el seguro, el mantenimiento, las reparaciones, etc. Estos gastos pueden variar según el tipo y el estado de la vivienda, y pueden suponer una carga económica importante.
Ventajas de alquilar una vivienda
- Nos da flexibilidad y movilidad. Al alquilar una vivienda, tenemos la libertad de cambiar de domicilio cuando queramos, sin tener que vender o alquilar nuestra vivienda anterior, lo que nos permite adaptarnos a las circunstancias personales, laborales o familiares que puedan surgir. También podemos elegir la zona, el tamaño y el tipo de vivienda que más nos convenga en cada momento, sin tener que hacer una inversión a largo plazo.
- Nos evita riesgos y responsabilidades. Al alquilar una vivienda, no tenemos que asumir el riesgo de que la vivienda pierda valor, o de que nos embarguen la hipoteca si no podemos pagarla. Tampoco tenemos que hacernos cargo de los gastos de propiedad, como el IBI, la comunidad, el seguro, el mantenimiento, etc., que corren a cargo del propietario. Además, podemos beneficiarnos de algunas ayudas y subvenciones al alquiler, como la renta básica de emancipación o el plan estatal de vivienda.
- Nos permite invertir en otras cosas. Al alquilar una vivienda, no tenemos que destinar una parte importante de nuestros ingresos a pagar la hipoteca, lo que nos permite disponer de más liquidez y capacidad de ahorro e inversión. Podemos aprovechar ese dinero para invertir en otros activos que nos generen rentabilidad, como fondos, acciones, planes de pensiones, etc.
Desventajas de alquilar una vivienda
- No es una inversión. Al alquilar una vivienda, estamos pagando un servicio que no nos genera ningún beneficio, sino que supone un gasto mensual que no podemos recuperar. Al finalizar el contrato de alquiler, no tenemos ningún derecho sobre la vivienda, y tenemos que buscar otra o renovar el contrato, lo que puede implicar un aumento del precio o unas condiciones menos favorables.
- Nos expone a la incertidumbre y la dependencia. Al alquilar una vivienda, estamos sujetos a la voluntad del propietario, que puede decidir no renovarnos el contrato, subirnos el alquiler, vender la vivienda, o exigirnos unas condiciones que no nos gusten. También podemos encontrarnos con problemas de convivencia con los vecinos, o con dificultades para encontrar una vivienda que se ajuste a nuestras necesidades y presupuesto.
- Nos limita la personalización. Al alquilar una vivienda, tenemos que respetar el estado y la decoración de la misma, y no podemos hacer modificaciones sin el consentimiento del propietario, lo que puede afectar a nuestro confort y bienestar. Tampoco podemos disfrutar de algunas ventajas que tiene ser propietario, como tener una plaza de garaje, una terraza, una piscina, etc.
Consejos para elegir entre comprar o alquilar
Como hemos visto, comprar o alquilar una vivienda tiene sus pros y contras, y no hay una respuesta única que valga para todo el mundo. Por eso, es importante que analices tu situación personal, económica, laboral y familiar, y que por supuesto…hables con nosotros para que podamos guiarte en el proceso.